El análisis bioenergético es creado por el psicoterapeuta Alexander Lowen, después de décadas de relación y aprendizaje con el psiquiatra Wilhelm Reich. Es una aproximación psicoterapéutica donde se aborda a la persona en su totalidad, integrando la dimensión corporal, mental, emocional y vincular. Las emociones se trabajan a partir del análisis, la respiración, el movimiento consciente, la voz, los gestos, la vibración y la circulación energética. Se puede definir la bioenergética como el estudio de la personalidad humana en función de los procesos energéticos del cuerpo.
El primero en hablar sobre los procesos bioenergéticos en el cuerpo fue Wilhem Reich. Para Reich, toda persona, al igual que el universo, está dotada de una energía universal que identificó bajo el nombre de “orgón”.
La cantidad de energía que tiene un individuo y la forma de canalizarla configura su personalidad. La regla es que todo exceso de energía produce una tensión que debe liberarse para recobrar el equilibrio inicial. Cuando no se puede liberar el exceso de energía, la tensión que se genera en el cuerpo se expresa en forma de “coraza” o “armadura” muscular.
La bioenergética se enmarca en las teorías psicoanalíticas que incluyen el trabajo corporal en el tratamiento. La idea de base es intervenir a nivel corporal para ayudar a tomar conciencia.
Ella considera que el cuerpo es como un “diario inconsciente” en el que quedan inscritos los conflictos más relevantes de la persona desde el punto de vista emocional.
Lowen diferenció cuatro capas la persona: 1) la capa del “Ego”, la más superficial, que muestra las defensas emocionales a través de la negación, la proyección, el reproche, la desconfianza, la racionalización o la intelectualización; 2) la capa “Muscular”, en un plano intermedio, es la “armadura” que protege a la persona de los sentimientos reprimidos que no se atreve a expresar; 3) la capa “Emocional”, interna, tiene que ver con las emociones y conflictos reprimidos con relación a la cólera, el pánico, la desesperación, la tristeza y el dolor; y 4) la capa del “Corazón”, el núcleo central de la persona en lo más profundo.
El sentimiento que ve asociado al corazón es el amor, la alegría de vivir y la franqueza. En el trabajo bioenergético se irá “desbloqueando” capa a capa el cuerpo, para que el corazón de la persona se vuelva a expresar y pueda volver a sentir placer por la vida, espontaneidad y vitalidad.
Los métodos prácticos que propone la bioenergética para poder liberar los nudos y las tensiones anclados en el cuerpo por el exceso de energía y favorecer el libre flujo de la energía en el cuerpo son principalmente: el enraizamiento, el movimiento, la respiración, la expresividad, la manipulación.
– El Enraizamiento. Estos ejercicios tienen como objetivo “anclar”, “dar apoyo” a la persona, “asentar” al individuo sobre la tierra a través de sus pies para ofrecerle seguridad frente al proceso en el que se ha embarcado y superar su ansiedad de caer o fracasar.
Para Lowen, nuestro contacto con la tierra habla de nuestra capacidad para estar conectados a las realidades básicas de la vida, sobre la firmeza del carácter y la sensación interna de seguridad. Tener una postura bien enraizada al suelo es el reflejo de una personalidad estable.
Un buen enraizamiento es aquel que permite que la onda de excitación descienda por el cuerpo hasta las piernas y los pies e invierta su dirección hacia arriba como si la tierra nos empujara para sostenernos erguidos.
– El Movimiento. Los ejercicios enfocados a buscar posturas “estresantes” que tienen como objetivo producir un espasmo vibratorio liberador del flujo energético. El modelo de referencia es el “orgasmo”, la forma natural que tiene el cuerpo de liberar la energía.
Reich identificó el orgasmo como una reacción involuntaria del cuerpo que se manifiesta en forma de movimientos rítmicos convulsivos. En la bioenergética se diseñaron ejercicios y posturas para ayudar a generar movimientos corporales involuntarios y espontáneos. La idea es potenciar espasmos vibratorios espontáneos, equivalentes a la función del orgasmo.
En la bioenergética se considera que la vida emocional del individuo depende de la movilidad de su cuerpo, y que la clave de trabajo recae sobre aquellas áreas en donde la movilidad corporal está reducida, hay insensibilidad o tensiones musculares crónicas.
– La Respiración. Los ejercicios respiratorios tienen como objetivo proporcionar una respiración plena y profunda para activar la energía y desbloquear emociones.
La vida está íntimamente asociada a la respiración. Reich descubrió que la respiración genera un movimiento “ondulatorio” en el cuerpo que identificó como “reflejo del orgasmo”. Con la exhalación, la pelvis se mueve espontáneamente hacia adelante y con la inhalación hacia detrás, mientras que la cabeza ejecuta los movimientos contarios. Esta ondulación la denominó la “ola respiratoria”.
Además, la respiración se asocia con el nivel de energía de la persona y el bloqueo emocional. La falta de aire disminuye la energía del cuerpo, por lo que es importante potenciar una respiración plena y profunda; del mismo modo que las personas bloquean su respiración frente a conflictos emocionales contrayendo el abdomen.
– La Expresividad. Los ejercicios de expresividad tienen como objetivo ayudar a la persona a conectar con su espontaneidad interior. Los canales de la auto expresión para la bioenergética son principalmente tres: la voz, los ojos y el movimiento.
Respecto de la voz, considera que las tensiones en nuestra cara modifican nuestra voz. El ideal es reencontrar una voz viva y espontánea a través de la emisión de sonidos espontáneos e incluso el grito para liberar las cuerdas vocales. Respecto de la mirada, la bioenergética considera que expresa seis calidades energéticas: Atracción, deseo, atención, desconfianza, erotismo, odio o confusión. Cada una de ellas sirve para establecer un diagnóstico del bloqueo de la persona a trabajar.
Para Lowen, la emoción que más bloqueos genera es el enfado, y por ello, en su método anima muchos a expresar o sacar las frustraciones y el enfado de forma controlada.
– La Manipulación. El masaje e incluso el contacto con la mano con el paciente son también fundamentales para poder desbloquear las tensiones musculares y ayudar a salir a determinados sentimientos.
Para la bioenergética, los traumas quedan enraizados en la musculatura corporal. De hecho, con el tiempo esas tensiones musculares se congelan para evitar sentir las verdaderas emociones que nos incomodan por dentro. Esto quiere decir, que para la bioenergética existe una “memoria emotiva corporal” que recuerda orgánicamente las decisiones biológicas adoptadas ante situaciones y experiencias especialmente decisivas de la persona desde un punto de vista emocional.
La bioenergética introduce el movimiento, la postura, la expresión y la manipulación como formas de desbloquear la musculatura y favorecer en el “aquí y ahora”, el acceso a las emociones y recuerdos emocionales reprimidos del pasado para poder liberarlos. Un trabajo que no se apoya en la voluntad, sino en dejar que el cuerpo se suelte, se entrega a los procesos naturales y espontáneos del cuerpo y la vida que generan los ejercicios
Referencias Bibliográficas
Gimeno-Bayón, A. (2013). Un Modelo de Integración de la Dimensión Corporal en Psicoterapia, Milenio: Lleida.
Lowen, A. (2004). Bioenergética, (1ª Edición 1977), México: Diana.
Lowen, A. (2000). La Espiritualidad del Cuerpo. Bioenergética, un camino para alcanzar la armonía y el estado de gracia, (1ª Edición 1990), Barcelona: Paidos.
Miller, J.A. (2010). Alexander Lowen (1910-2008): reflections on his life, Body, Movement and Dance in Psychotherapy, 5(2), 197-202.
Jiménez Martín, Pedro Jesús. (2020) Bioenergética. Alexander Lowen
Comments